Nuevos tiempos

Desde la última vez que abrí esta pequeña ventana a mi vida ha pasado un poco de tiempo, quizás había cosas que quería contar pero las palabras se ahogaban en mi garganta y me era imposible sentarme delante de la pantalla a intentar ponerle comentarios a la rabia, el dolor, la tristeza y a tantos otros sentimientos que bullían en mi interior, siento el dolor como si fuese mío y aunque no lo es, lo comparto, siento la tristeza como si fuese mía, siento, creo que esa es la diferencia entre nosotros y ellos, los maltratadores y asesinos, sentir, la empatia y el tener siempre esa confianza (a veces enfermiza) que algunas personas son buenas en el fondo y que si le das apoyo y cariño pueden llegar a cambiar.....

Que tristeza no poder confiar en aquellos que te deberían proteger, y ver que los que lo intentaron al final no pudieron, que tristeza que ahora hayas dejado de ser una persona, mujer, trabajadora, para convertirte en una cifra, en una estadística, que tristeza que tantísimas mujeres que sufren, sigan sufriendo.

Nos estamos equivocando en algo, y digo nos, porque no es cuestión de las instituciones resolver todos los problemas, creo que es un problema mucho más grave, más enraizado de lo que se cree, nosotros ahora, padres y madres debemos educar a nuestros hijos en la tolerancia, respeto a los demás y a las opiniones de los demás, respeto también hacia ellos mismos, crecer como personas libres, inculcándoles el deseo de crecer y conocer, de investigar y descubrir que todos formamos parte de un planeta en donde la diversidad es lo normal y que el respeto es lo fundamental.

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