Del apagón y otras historias

Otra vez nos quedamos a oscuras, el año pasado fue el 26 de marzo, este ha sido ayer, ya no trato de buscar explicaciones, porque no las hay o porque las que encuentro son demasiado feas para ponerlas en el blog... desde las doce del mediodía hasta casi las nueve de la noche sin luz, al final de la tarde mi casa parecía la Basilica de Nuestra Señora de Candelaria, llena de velas por todos sitios... en fin al menos nos permitió gozar de un rato de juegos con las enanas sin la televisión de por medio, (que ya es un record).
El viento tan fuerte no provocó daños, un par de árboles torcidos, que ya están derechos y la pobre albahaca toda quemada a la que hubo que practicar un tratamiento agresivo... arrancarla de "cuajo", el perejil, el romero y la salvia, aguantaron bien, el pimentero un poco menos pero como estaba amarrado, no sufrió daños irreparables, yo en cambio me tuve que aplicar una buena crema reparadora, porque no pegue ojo en toda la noche, pensando en las plantas, árboles, el cubo de la basura, el cepillo, la pala, la hamaca que tenemos en el jardín y mi marido roncando
- ¿Viento?, ¿que viento? yo no he oído nada, que mala cara tienes, ¿no dormiste bien?
- Bufffffffffffffff.
Las dos de la tarde y la luz sigue sin llegar, llama la abuela, para saber si tenemos luz o no, nosotros no, ella tampoco, lo peor que tenía un bizcochón en el horno, palabras textuales:
- De esos buenos mujer, de los que le pongo pepitas de chocolate y nueces... y para comer que haces... yo tengo el "campingas", si quieres lo vienes a buscar...
- Ma, con la que está cayendo... yo tengo aquel chiquitito que tu me regalaste, ya me las arreglo.
Menos mal, que el día anterior había hecho albóndigas y que me sobraron (en realidad siempre hago bastantes para que sobren), así que fui a buscar mi "mini-pitin-gas" (rezando para que encendiera, era la segunda ve en 8 años que lo uso) y a calentar las albóndigas, un poco de palitos de pan, un poco de queso, un plátano y gracias a mi "héroe" de ayer almorzamos algo calentito.

El problema se acercaba conforme se llegaba la noche y la luz seguía sin venir, pues nada calentare leche o les haré una tortilla francesa, pensaba, y nosotros esperaremos a ver si la luz llega. Pero mi marido dijo, porque no las llevas a casa de la abuela y cenan allí, porque a todas estas la luz empezaba a regresar en algunas zonas, y la casa de mi madre era una de las "privilegiadas", pues nada vamos a abrigar a la niñas que afuera hace frío, yo con la vela en la mano, tratando de identificar unos pantalones de chándal, mi hija que saltaba alborotada a mi alrededor me toco y toda la cera derretida fue a parar a mis calcetines, cholas, pantalones, rebeca, y por supuesto, suelo y armario, menos mal que a ella ni le llegó, y ahí estaba yo limpiando el desastre cuando ¡ohhhhhhhhhhh! llegó la luz, esto era las nueve de la noche más o menos, tristeza infinita de mis hijas porque ya no era necesario ir a casa de la abuela, ellas que todo el día se habían lamentado de que no hubiera luz, ahora que llegaba, se lamentaban también...
En fin, me cambio, y bajo a la cocina corriendo a prepara la cena, "orecchiette con brocolí y panceta, y una pimienta picona", enciendo la TV, en la autonómica para ver las noticias, y oigo a la responsable de UNELCO decir algo así como que se estaban esperando a que la hora punta de demanda de energía eléctrica (esto es hasta las 8 de la noche)pasase para restablecer el servicio, tras unos segundos de incertidumbre, pienso, si tendrán pocavergüenzaestagente, y luego suben la factura de la luz, tan alegremente y nosotros a pagar no tan alegremente por un servicio decadente, con unas infraestructuras que van en colapso en cuanto caen cuatro gotas y dos relámpagos, ¿pasará esto en todos sitios o es solo en Tenerife?, mejor no me respondo, que quien se va a encender soy yo...
Segunda noticia que me deja sorprendida, mientras todo esto sucede en las islas, nuestro presidente, Don Paulino Rivero, está de "gira" por Cuba..., pues ahora si que me enciendo.

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